Influencia, poder y autoridad - 15 de Mayo, año 2021

    En esta oportunidad, voy a transcribir mi reflexión con respecto a cual es la relación entre influencia, poder y autoridad, a partir de lo estudiado en la actividad número 7 de Gestión de las Personas.

    Considero que estos tres conceptos están intrínsecamente vinculados, ya que generalmente el efecto de cualquiera de ellos no se hace presente sin al menos otro de los dos restantes. Voy a tratar de demostrar esta hipótesis en base a las experiencias observadas como parte de la actividad.

Experiencia de Asch

    El objetivo de la experiencia es poder observar cuándo una persona negará lo que está viendo y se someterá a la presión del grupo. Además, permite analizar los factores que pueden aumentar o reducir la ocurrencia de dicha sumisión. Se destacan los conceptos de "conformidad informativa" (cuando uno sigue la corriente al grupo porque lo que dicen nos convence de que están en lo correcto) y "conformidad normativa" (nos conformamos con su postura por temor a que el grupo nos desapruebe por desviarnos).

    Mi perspectiva con respecto a los resultados es que aquí tiene mucho peso la influencia, donde claramente la postura de los cómplices afecta a las respuestas del sujeto de estudio, presentando una distorsión que puede ser de su juicio (cuando el sujeto cree que que el grupo está en lo correcto) o simplemente a nivel de respuesta (el sujeto sabe que está en lo correcto, pero coincide con el grupo para evitar la incomodidad de contradecirlos). Sin embargo, el experimento contiene una variación donde toma protagonismo el poder: cuando el sujeto de estudio tiene un "compañero" entre los cómplices, la influencia de la unanimidad del grupo decae considerablemente, y la situación aparenta dar más seguridad al sujeto de estudio para no dudar de su respuesta, ya que al menos uno del grupo coincide con él. Otra conclusión importante obtenida de esta variación es que el poder del grupo no se basa en la cantidad de integrantes, sino de la unanimidad de su postura (en este caso, oposición); en el momento en que dicha unanimidad se ve reducida, el poder del grupo disminuye notablemente.

Experiencia de Milgram

    El objetivo es testear los límites de la respuesta a la autoridad de los sujetos de estudio; es decir, ver hasta donde pueden llegar bajo la consigna de estar “siguiendo órdenes”.

    El experimento consiste básicamente en que los sujetos de estudio toman el rol de “maestro”, trabajando con un “estudiante” (que es cómplice del experimento) en una actividad de memorización de palabras. Ambos están en habitaciones separadas, comunicados por un sistema de audio; cuando la respuesta del estudiante es errónea, el maestro debe darle una descarga eléctrica (que va aumentando a medida que se acumulan respuestas incorrectas) con un dispositivo que puede generar hasta 450 V. Dicho sujeto está acompañado por el científico que guía el experimento, quien le indica constantemente que el experimento debe llegar hasta el final (a pesar de los gritos y quejas del estudiante en la otra habitación).

    Los resultados del experimento demostraron que más del 50% de los sujetos de estudio continuaron hasta las últimas consecuencias, administrando 450 V, una descarga que tendría resultados fatales en el estudiante. Y todo esto, por el simple hecho de que el encargado del experimento les dijera que debían continuar con el experimento.

    Aquí es muy claro que lo que "obliga" a los sujetos de estudio a seguir adelante con el castigo al estudiante es la influencia que ejerce el rol de autoridad que refleja quien guía el experimento. Cuando algunos sujetos de estudio dudaban de seguir adelante, cuestionaban el método y se ponían incómodos por el estudiante, solo hacía falta que el guía del experimento les asegurara que el estudiante se encontraba bien y que debían continuar, para que algunos de ellos llegaran incluso a darle una descarga que sería letal para una persona.

Experiencia de la cárcel de Stanford

    El experimento remarca cómo las personas son capaces de jugar los papeles que se nos asignan hasta llegar a niveles extremos. El comportamiento de ambos grupos fue el resultado de la situación en la que estaban, no de su personalidad previa, ya que la formación de los grupos fue al azar con sujetos sanos y equilibrados.

    Este experimento es un ejemplo del poder que tienen las etiquetas para influir en la conducta. La mayoría de las personas tenemos el potencial para hacer el bien o el mal, y además somos muy sensibles a los efectos de la situación.

    En rasgos generales, la experiencia nos permite observar el poder que nos hace sentir la autoridad que nos da el lugar que ocupamos, y que si no sabemos controlarlo, puede llevarnos a realizar actos que en condiciones normales no haríamos, incluso estando "sanos y equilibrados" mentalmente.

Experiencia de Bandura

    El experimento “del muñeco bobo” estudia cómo los niños aprenden la violencia. Bandura proponía que los patrones agresivos se producen desde la infancia por la imitación a las personas que le sirven como modelos (padres, hermanos, etc.).

    Los resultados indican que al gritar y reprender con violencia física a un niño cuando tiene alguna actitud agresiva, lo único que estamos logrando es darle una herramienta, que con el paso del tiempo utilizará para el mismo objetivo: conseguir algo de los demás.

    La experiencia de Bandura tiene que ver con la influencia que pueden tener los roles con autoridad. Los niños imitan lo que ven que hacen sus padres o los adultos en general. Esto es porque son muy influenciables y toman como modelo a los adultos. Es muy importante saberlo, ya que hay que enseñar con el ejemplo, siendo conscientes del impacto que puede tener nuestra manera de reprender a un niño.

Efecto Pigmalión

    El efecto Pigmalión está relacionado al poder que tienen las palabras, que pueden influenciar de manera impactante en una persona, tanto de manera positiva como negativa. Por eso es que hay que ser muy cuidadoso con las mismas, porque pueden hacer mucho daño.

    A modo de conclusión, reafirmo que "influencia, poder y autoridad" son tres conceptos muy vinculados, que con frecuencia pueden potenciarse mutuamente, e impactar fácilmente en cualquier persona, ya sea de manera positiva o negativa.